Conmueve la solidaridad de los ciudadanos frente a la tragedia
viernes, septiembre 09, 2005
Relato de Jaime Ramírez
El exceso de confianza y la imprudencia me llevaron a encontrarme de frente con Katrina: a su paso por la Florida, (categoría 1) me sorprendió en la I 95, pasando un susto tremendo, pues parecía que el viento se llevaría el carro.
Sin embargo, lo que está ocurriendo entre los ciudadanos de los Estados Unidos es conmovedor: ver como la mayoría está al tanto de la gente damnificada por la tragedia y ser testigo de la solidaridad de muchos que, sin pensarlo dos veces, están ayudando mediante el envió de zapatos, ropa, pañales, agua o dinero a través de la Cruz Roja.
Mi hijo se unió con sus amigos para recoger dinero por el vecindario y consignarlo en alguna de las cuentas de la Cruz Roja.
Además, ver que cuando se tiene la voluntad de ayudar es posible sacar de una emergencia a la gente es un llamado de atención a la humanidad, para emprender acciones similares cuando la tragedia llega a otros puntos del planeta. Porque lo demostrado por la sociedad norteamericana, por los ciudadanos del común, es que si es posible generar conciencia y acciones de la gente a través de los medios de comunicación. La verdad es para quitarse el sombrero la solidaridad de la población, sobre todo el valor del estadounidense para superar estas crisis con solidaridad, disciplina y tratando de hacer las cosas no a medias, si no bien. Ya muchos de los niños damnificados asisten a la escuela en otro sitio y algunos adultos ya tienen trabajo.
El exceso de confianza y la imprudencia me llevaron a encontrarme de frente con Katrina: a su paso por la Florida, (categoría 1) me sorprendió en la I 95, pasando un susto tremendo, pues parecía que el viento se llevaría el carro.
Sin embargo, lo que está ocurriendo entre los ciudadanos de los Estados Unidos es conmovedor: ver como la mayoría está al tanto de la gente damnificada por la tragedia y ser testigo de la solidaridad de muchos que, sin pensarlo dos veces, están ayudando mediante el envió de zapatos, ropa, pañales, agua o dinero a través de la Cruz Roja.
Mi hijo se unió con sus amigos para recoger dinero por el vecindario y consignarlo en alguna de las cuentas de la Cruz Roja.
Además, ver que cuando se tiene la voluntad de ayudar es posible sacar de una emergencia a la gente es un llamado de atención a la humanidad, para emprender acciones similares cuando la tragedia llega a otros puntos del planeta. Porque lo demostrado por la sociedad norteamericana, por los ciudadanos del común, es que si es posible generar conciencia y acciones de la gente a través de los medios de comunicación. La verdad es para quitarse el sombrero la solidaridad de la población, sobre todo el valor del estadounidense para superar estas crisis con solidaridad, disciplina y tratando de hacer las cosas no a medias, si no bien. Ya muchos de los niños damnificados asisten a la escuela en otro sitio y algunos adultos ya tienen trabajo.