Límites
sábado, septiembre 10, 2005
Por: Miguel Yances Peña Columnista El Universal de Cartagena
Especial para Atrabilioso
Incapaz de dar repuesta a los grandes problemas de la filosofía, el hombre tiene que aceptar como válidas respuestas que para la mente humana son incomprensibles. Las religiones, la existencia de un ser superior creador de todo el universo; y los materialistas, la materia y la energía infinita y eterna en constante transformación, y la vida y la inteligencia, atributos específicos de ella.
Así como es de incomprensible el universo material, también lo es el alma de los humanos, y tan o mas interesante su estudio. Uno de los aspectos que ha llamado recientemente mi atención, por experiencias vividas, es el que tiene que ver con los límites de la conducta
humana, y sin ser una autoridad en el tema –solo un ser que se hace pregunta y se aventura respuestas- quiero presentar unas reflexiones, muy lejos de que puedan ser considerados aportes científicos.
Durante mucho tiempo se pensó que gran parte de la conducta humana era instintiva: el individuo heredaba un repertorio de respuestas organizadas que se adecuaban a las diferentes situaciones. Hoy sabemos que a los instintos se superponen las respuestas aprendidas, y que el ser humano a diferencia de los animales recurre a los sentimientos, las emociones y la razón al momento de elaborar una respuesta social, que puede o no ser interiormente honesta, o sea hipócrita.
El conductismo, sostiene que el comportamiento humano esta determinado por sus consecuencias anteriores. Si un comportamiento provoca algo positivo se repetirá en el futuro; por el contrario, si sus consecuencias son negativas la probabilidad de repetirlo será menor.
Se me ocurre pues, pensar que los seres humanos desde el nacimiento viven en una permanente y angustiosa búsqueda de límites, que van condicionando mediante la experimentación y la respuesta de la sociedad, una conducta de vida. Si la sociedad sabe imponer los limites, la conducta aprendida coincidirá con la ética y la moral imperante, y así van apareciendo poco a poco en el individuo en formación, comportamientos sociales adecuados, que coloca límites a las libertades individuales y permite la convivencia pacifica y respetuosa en la sociedad. Es tan fuerte este arsenal de limites que deberían bastar por si solos para organizar la vida social.
Antanas Mokcus lo expresó así en entrevista de Guillermo Solarte: “Mucha gente se auto regula moralmente, su conciencia la hace decente o relativamente decente y además hay regulación cultural, hay códigos de colectividades, de comunidades y hay cierto sentido de vergüenza o sensibilidad al qué dirán general, a la opinión pública”
También en el plano de la actividad física e intelectual, el individuo va descubriendo con la experimentación cuales son los límites de sus capacidades, con una característica particular: en lo físico e intelectual los límites siempre se están superando, porque no entran en conflictos con los demás.
¿Pero que sucede en el campo de la conducta humana si los padres en el núcleo familiar, o las autoridades civiles en la en la organización social, ya sea por temor, por complacencia o por irresponsabilidad, no imponen limites? ¿Que sucede cuando un individuo no conoce limites, porque en su búsqueda nadie se los ha mostrado? ¿Cuándo la autoridad no impone la justicia, el sentido común y la razón, si no que concilia los intereses?
El laboratorio social de más fácil estudio –los reallities ya no lo son- es el de la vida en los edificios (la sociedad en miniatura), porque allí confluyen todos los exponentes de la sociedad: etnias, culturas, grado de formación académica y nivel socio económico. Y allí se expresan, se potencializan o se frustran muchas de las ambiciones de los hombres; y se observa que las personas no obedecen la norma escrita; no la conocen; no la estudian; obedecen a sus patrones de conducta aprendidos o heredados, y persiguen a toda costa -haciendo uso de su propio arsenal de limites- el bienestar propio, a costa aun del bienestar del grupo en el que están viviendo.
Personas que se imponen por el temor que despiertan en los demás, porque al no conocer limites, quien los conoce (lo mismo que quien se enfrenta al que nada posee) siempre lleva ante ellos las de perder.
myances@msn.com
Especial para Atrabilioso
Incapaz de dar repuesta a los grandes problemas de la filosofía, el hombre tiene que aceptar como válidas respuestas que para la mente humana son incomprensibles. Las religiones, la existencia de un ser superior creador de todo el universo; y los materialistas, la materia y la energía infinita y eterna en constante transformación, y la vida y la inteligencia, atributos específicos de ella.
Así como es de incomprensible el universo material, también lo es el alma de los humanos, y tan o mas interesante su estudio. Uno de los aspectos que ha llamado recientemente mi atención, por experiencias vividas, es el que tiene que ver con los límites de la conducta

Durante mucho tiempo se pensó que gran parte de la conducta humana era instintiva: el individuo heredaba un repertorio de respuestas organizadas que se adecuaban a las diferentes situaciones. Hoy sabemos que a los instintos se superponen las respuestas aprendidas, y que el ser humano a diferencia de los animales recurre a los sentimientos, las emociones y la razón al momento de elaborar una respuesta social, que puede o no ser interiormente honesta, o sea hipócrita.
El conductismo, sostiene que el comportamiento humano esta determinado por sus consecuencias anteriores. Si un comportamiento provoca algo positivo se repetirá en el futuro; por el contrario, si sus consecuencias son negativas la probabilidad de repetirlo será menor.
Se me ocurre pues, pensar que los seres humanos desde el nacimiento viven en una permanente y angustiosa búsqueda de límites, que van condicionando mediante la experimentación y la respuesta de la sociedad, una conducta de vida. Si la sociedad sabe imponer los limites, la conducta aprendida coincidirá con la ética y la moral imperante, y así van apareciendo poco a poco en el individuo en formación, comportamientos sociales adecuados, que coloca límites a las libertades individuales y permite la convivencia pacifica y respetuosa en la sociedad. Es tan fuerte este arsenal de limites que deberían bastar por si solos para organizar la vida social.
Antanas Mokcus lo expresó así en entrevista de Guillermo Solarte: “Mucha gente se auto regula moralmente, su conciencia la hace decente o relativamente decente y además hay regulación cultural, hay códigos de colectividades, de comunidades y hay cierto sentido de vergüenza o sensibilidad al qué dirán general, a la opinión pública”
También en el plano de la actividad física e intelectual, el individuo va descubriendo con la experimentación cuales son los límites de sus capacidades, con una característica particular: en lo físico e intelectual los límites siempre se están superando, porque no entran en conflictos con los demás.
¿Pero que sucede en el campo de la conducta humana si los padres en el núcleo familiar, o las autoridades civiles en la en la organización social, ya sea por temor, por complacencia o por irresponsabilidad, no imponen limites? ¿Que sucede cuando un individuo no conoce limites, porque en su búsqueda nadie se los ha mostrado? ¿Cuándo la autoridad no impone la justicia, el sentido común y la razón, si no que concilia los intereses?
El laboratorio social de más fácil estudio –los reallities ya no lo son- es el de la vida en los edificios (la sociedad en miniatura), porque allí confluyen todos los exponentes de la sociedad: etnias, culturas, grado de formación académica y nivel socio económico. Y allí se expresan, se potencializan o se frustran muchas de las ambiciones de los hombres; y se observa que las personas no obedecen la norma escrita; no la conocen; no la estudian; obedecen a sus patrones de conducta aprendidos o heredados, y persiguen a toda costa -haciendo uso de su propio arsenal de limites- el bienestar propio, a costa aun del bienestar del grupo en el que están viviendo.
Personas que se imponen por el temor que despiertan en los demás, porque al no conocer limites, quien los conoce (lo mismo que quien se enfrenta al que nada posee) siempre lleva ante ellos las de perder.
myances@msn.com
17 comentarios -Mostrar entrada original
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El usuario anónimo dijo...
Miguel Yances: me deja usted pensando acerca de su "conductismo" y el filosofo , matematico Mockus Sivickas;en su "ilimitada" fantasia,lejos de autoregularse y guardar los limites de la decencia, acorde a sus postulados filosoficos; olimpicamente se los paso por la faja y sin respetar ese limite que impone la decencia,sin el menor pudor ni vergüenza,corre los limites de lo que pudieran cubrir sus pantalones regalandole a Colombia la vision de su descolorido trasero ;segun esa teoria,al obtener con ese comportamiento, algo tan positivo,como la Alcaldia de Bogota, debemos esperar que se siga repitiendo en un futuro, que espectaculo nos espera,si como algunos pretenden, llegara a ser Presidente ?
Simpliciano
septiembre 10, 2005 8:01 AM
Realista dijo...
Simpliciano, de vivir se aprende y yo he podido observar que el señor Antanas ha aprendido algo de sus errores de comportamiento y los ha corregido un poco (claro que esto ha sucedido en aras de sus aspiraciones politicas), pero vale la pena revaluar si los demas politicos Colombianos han sido capaces de modificar sus egoistas ambiciones en aras de servir a quienes los elegimos?...Asi que yo lo invito a que miremos con lupa a los candidatos y nos habramos a cambios, a nuevas opciones, dejemos de lado los temores por lo que creemos no conocemos y atrevamonos a darle a otros la oportunidad que durante siglos solo los incapaces han tomado, debido ello a nuestra indiferencia y torpeza, no sigamos asistiendo al derrumbamiento del pais y atrevamonos a intentar tomar otros caminos. No cerremos los ojos ante la urgencia de cambio que esta necesitando el pais.
septiembre 10, 2005 8:56 AM
maria teresa dijo...
Me parece un tema interesante, y un buen intento de analizar el problema general de Colombia para atacarlo por vias distintas a las que son tradicion y que son las que han carvado en piedra el 'logo natural colombiano'. Y hasta uno puede dejar la imaginacion correr y especular que esta impreso ya en la transmision del material con que equipamos a nuestros descendientes al concebirlos. Ese comportamiento parece ya pre programado.
Me parece que nacemos con capacidades basicas parecidas en todos los seres humanos, dotados de estas para desarrollarlas, unas de estas sin acabado, que depende de las experiencias anteriores y estimulos externos para su desarrollo final hasta llegar a esa madurez. Hay cosas que estan en continuo desarrollo y que son flexibles en su naturaleza de adaptacion, de ahi que aun como adultos podemos adaptarnos fisica y emocionalmente/sicologicamente al medio.
Partiendo de eso creo que si es posible una transformacion de social en el pais, que estaria limitada de acuerdo con la resolucion de querer el cambio en forma sincera, del grado de daño, y del medio que influya el cambio.
Ejemplo, la candela quema, un adulto y un niño la prueban y la respuesta innata es alejar el dedo que sintio el efecto doloroso, un adulto reaccionaria con mas precaucion que un niño a ese condicionamiento que queda de la experiencia mala, pero si su razonamiento no es normal ninguno de los dos evitaria repetirla en un proximo episodio. Y en casos degenerados hasta le produciria placer y la buscaria repetir.
Igual pasa con casos reales de degeneramiento en la sociedad. Se puede corregir, educar de nuevo, y en algunos casos no es posible reeducar sino contener.
La pregunta es cual es la evaluacion a conciencia de la sociedad colombiana, que tanta resolucion a camabiar, hacia donde, como?
Pero si hay
septiembre 10, 2005 9:30 AM
Dibolledo dijo...
Una aclaración en la parte en que dice:
“…el hombre tiene que aceptar como válidas respuestas que para la mente humana son incomprensibles.”
Si para la mente humana son incomprensibles ¿Como es posible aceptar las respuestas?
A no ser que se refiera a que es comprensible para algunos y los que no, lo dan por hecho.
Y según lo expuesto de que los hombres desde que nacen buscan angustiosamente limites… Me gustaría proponer en esta reflexión que el hombre desde que nace esta adquiriendo experiencias lo que le permite conocer valores y antivalores sociales y personales pasando todo este conocimiento experiencial por los filtros instintivos, emocionales e intelectuales, permeados por la inteligencia y así de esta manera puede dilucidar que limites se pueden rebasar y cuales no?
Para no enredar mas la cosa mejor un ejemplo: Cuando Jesucristo hizo su predicación publica, estaba extralimitándose ante los “limites” de la sociedad de ese momento y era considerado blasfemo por la autoridades religiosas, pero él lo hacia porque poseía un conocimiento superior. O lo mismo cuando Kepler enuncio sus leyes fue condenado, él sobrepaso los limites impuestos y blasfemó al poner en duda el geocentrismo.
Considero que lo que usted expone sobre los límites tiene en parte razón, pero también son discutibles otros aspectos sobre la idoneidad de ciertos límites; no se trata tampoco de romper limites solo por hacerlo impulsado mas por el snobismo, como sucede hoy en día; o en el mejor de los casos romperlos por un conocimiento superior… Algo para reflexionar.
septiembre 10, 2005 10:05 AM
El usuario anónimo dijo...
NOTA AL COMENTARIO ANTERIOR A ESTE
Resulta que la mente del hombre no puede comprender conceptos como "infinito", "eterno", "vacio" y aun el de Dios. La gente lo acepta, pero no lo comprende. ¿Explica eso tu preocupación?
Por otro lado los seres humnos en sus pimeros años hacen todo lo que su curiosidad y sus deseos le inducen hacer, y son los adultos y los resultados de esas experimentaciones, los que mediante la educacion le van indicando los limites. Si no les coloca limites a la actividad infantil pueden llegar a hacer cosas atrocea.
Eso continua con menor intensidad, pro con efectos mas graves en la edad adulta.
septiembre 10, 2005 10:38 AM
ASánchez dijo...
Desde sus primeros meses de vida, la conducta del ser humano se rige por cuatro palabras que lo acompañarán durante toda la vida: “estímulo”, “respuesta”, “refuerzo” y “aprendizaje”
El resultado final de lo que llegue a ser ese individuo, y de cómo reaccione frente a diferentes situaciones dependerá de la manera como haya sido formado a lo largo de su vida.
La respusta que dé la sociedad frente a una conducta provocará un estímulo o un rechazo al individuo. Y esa podría ser una de las causa del incremento de la corrupción en Colombia: si hay impunidad o castigos leves frente a un hecho delictivo, se estimulará la realización de esos hechos.
La reacción de rechazo que tenga la sociedad frente a un hecho condenable, influirá en la decisión de ese individuo para evitar llevarlo a cabo. Y esa es otra razón más (que se nos quedó en el tintero al tratar el tema), para estar en desacuerdo con la legalización de las drogas. Muchos se cohiben de usar drogas por la vergüenza de ser señalados por la sociedad como ilegales por ser consumidores. Al ser legalizadas, se elimina esa imagen de rechazo social y da via libre para que muchos que antes se inhibian de consumirla, ahora la consuman sin el riesgo de ser mal vistos.
Muchas veces al responder a determinados estímulos, puede hacerse erróneamente producto de un “entrenamiento involuntario” debido a algún tipo de estímulo discriminatorio inadecuado, como por ejemplo cuando un padre le repite insistentemente a su hijo que sólo le hace caso cuando lo regaña a gritos. La conducta del hijo se va condicionando a esa actitud.
Aunque se corra el riesgo de ser repetitivos, hay que insistir en la importancia de la educación que reciba un individuo de sus padres en su hogar. Y una educación acertada en esa etapa de la vida condiciona la conducta posterior, y no tiene (o no debería tener) ninguna relación con el nivel socioeconómico del núcleo familiar.
septiembre 10, 2005 11:34 AM
EL FOTOGRAFO dijo...
esta interesante el articulo para reflexionar y los diferentes comentarios tambien, solo queria decir que muchas veces encuentro que hay como un deseo de arreglar la sociedad colombiana como si estuviera enferma (quizas lo este)en todo caso para encontrar una sociedad un poquito mas "sana" simplemente hay que mejorar las condiciones del pais y ella se mejora solita, pero no se arreglara. tampoco busquemos una sociedad modelo por que no la hay, no puede haberla, esa imperfeccion hace parte de los seres humanos y no me hagan reir diciendo que en tal pais si se ven sociedades modelo por que no existe, cosa muy comun en muchos colombianos de estarse comparando con otras sociedades y subestimandose.
Hay sociedades que parecen mas sanas, que la nuestra pero solo de fachada, otras lo estan pero tampoco estamos a años luz de ellas. No hay sociedad sana.
septiembre 10, 2005 12:00 PM
El usuario anónimo dijo...
NOTA DEL COLUMNBISTA
Muy acertadas e interesantes las aclaraciones de los dos ultimos colaboradores: asnchez, y el fotografo
La sancion social es uno de los reguladores mas efectivos de la conducta.
Tambien creo que mas son las similitudes que las difrencias entre los hombres y las organizaciones que ellos conforman.
septiembre 10, 2005 12:19 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN PARA LOS COMENTARIOS:
SIMPLICIANO: En lo personal, respeto a Mockus por varios motivos:
- Cultura ciudadana: fue un aporte invaluable, casi una herencia que nos dejó el Alcalde y que ahora, cuando estamos en las manos equivocadas, se está perdiendo.
- Manejo político: Mockus no transó frente a los intereses clientelistas del Concejo.
- Manejo de campaña: siendo candidato a la presidencia, no se le ha escuchado una sola palabra negativa, o descalificadora frente al gobierno o frente al país. Sus palabras son propositivas y con argumentos.
Igual, mientras no conozcamos el programa que propone, será muy difícil evaluar a Mockus como candidato, porque lo importante es conocer y evaluar los programas que nos planteen los diferentes candidatos.
REALISTA: me acojo a cada palabra expuesta por usted, y espero que nos ayude a evaluar los programas cuando tengamos el gusto de conocerlos.
MARÍA TERESA: usted muestra las alternativas que tenemos como sociedad para solucionar los problemas. Yo agregaría que todo debe estar acorde con la ley, que finalmente es el marco regulatorio para la corrección, los límites y la contensión.
DIBOLLEDO: su reflexíón es perfectamente válida y le solicito que la amplíe para publicarla como una columna. El tema de los límites, cuándo romperlos y los motivos para hacerlo, es fundamental para el desarrollo de una sociedad.
ANÓNIMO 10:35: Usted me recordó una frase: Tranquilidad viene de tranca y me la dijo alguien con mucha experiencia, cuando nació mi hija. El asunto es medir la tranca para no castrar los sueños y tener hijos sobreadaptados. Es una cuestión de equilibrio... suena tan simple, pero cuan difícil es.
ASTOLFO SÁNCHEZ: Usted señala a la indolencia como uno de los aspectos fundamentales para la imposición de límites. Esa indolencia es la que señala que los muertos, heridos, desaparecidos, corruptos, secuestrados y extorsionados no nos deben importar; porque ocurre tan a menudo, que los colombianos nos hemos "acostumbrado" o hemos permitido que se duerma esa capacidad de sorprendernos frente a lo que ocurre. Fundamental su aporte para este debate.
FOTÓGRAFO: Coincido plenamente con usted: la sociedad colombiana no está enferma. Lo que creo es que hay un adormecimiento que es cómplice de muchas fallas, arbitrariedades y atrocidades. De igual forma, creo que lo importante, como usted lo sugiere, es no compararnos ni ver todo lo de afuera como lo mejor de lo mejor y ver lo nuestro como podrido y sin futuro(síndrome del campesino deslumbrado en metrópoli):lo fundamental es hacer nuestro diagnóstico, ver nuestras posibilidades y emprender el camino del crecimiento.
Gracias a TODOS por sus comentarios y su participación.
septiembre 10, 2005 12:35 PM
Crítico dijo...
"Se me ocurre pues, pensar que los seres humanos desde el nacimiento viven en una permanente y angustiosa búsqueda de límites"
Me llamó mucho la atención esa frase. ¿Qué tipo de límites buscamos? Dinero, sociales, deportivos, tecnológicos, morales....Siempre estamos preguntándonos "hasta dónde puedo llegar". Creo que a veces la pregunta debe ser "hasta dónde debo llegar". Porque soy un convencido de que hay límites que no se pueden transgredir. Una vez sobrepasados no hay vuelta atrás, o es muy difícil hacerlo. Hace muchos años tuve la ocasión de trabajar como voluntario en una asociación para la rehabilitación de pacientes adictos a las drogas. Uno de ellos, de alrededor de 16 o 17 años me dijo una cosa que se me quedó grabada de por vida: "Viejo Jóse, por ningún motivo pruebe esta "mierda", usted no sabe hasta dónde lo puede llevar, es esta "joda" NO HAY LIMITES.".(Presento excusas por el par de palabras algo fuertes, pero quitarlas le cambian el sentido a la frase.)
Lo último que supe fue que él había ido más allá del límite de su tolerancia física. Ustedes entienden hasta dónde llegó.
Finalmente, el ser humano no quiere tener límites, y por esto mismo la sociedad impone unas reglas. El seguimiento o no de estas reglas marcan la diferencia entre sociedades consideradas ordenadas y las que no lo son.
Gracias a todos por la participación. Cordial saludo.
PD. Bueno, ya saben lo que significa la "J" del nombre real de Crítico, la tilde en la "o" NO es un error, son pendejadas mías.
septiembre 10, 2005 12:52 PM
El usuario anónimo dijo...
Finalmente, el ser humano no quiere tener límites, y por esto mismo la sociedad impone unas reglas.
Eeta frae de "critico" es exactamente lo mismo que dice deir con un poco mas de enfawis literario, cuando escribi:
"Se me ocurre pues, pensar que los seres humanos desde el nacimiento viven en una permanente y angustiosa búsqueda de límites"
EL COLUMNISTA
septiembre 10, 2005 1:57 PM
El usuario anónimo dijo...
Columnista:Entiendo que el ser humano desde que nace,tiende precisamente a salir de sus limites a ampliarlos ,es la sociedad la que limita a la persona,empieza esta limitacion con la educacion del hogar,luego en la escuela y mas importante cuando se aprende a limitar sus libertades para respetar los derechos ajenos.
Las angustias empiezan precisamente con las limitaciones impuestas a sus libertades expansivas.
Fijese como el recien nacido va ampliando siempre su radio de influencia,corresponde "limitarlo" educandolo y enseñandole disciplina y orden,de otra manera el pequeño principe se apoderaria ,con la mayor naturalidad del hogar.
De mayores,las limitaciones son muchisimo mas severas y por ende mayores las angustias del ser humano ,no por la busqueda de esas limitaciones,sino mas bien por su imposicion.
Lo que pensaba del filosofo y matematico Mockus Sivickas,no es precisamente en sentido politico,le admiro muchisimas ideas,me refiero a la disparidad entre sus enunciados y su actuacion publica.
Simpliciano
septiembre 10, 2005 3:21 PM
maria teresa dijo...
Atrabilioso,
me parece oportuno indicar ciertas cosas comunes a todos los seres humanos, digamos que la 'cultura' comun a todos, y ademas las costumbres y tradiciones generales. Eso permite distinguir que esta bien y que esta mal, que incorporar de otra y que rechazar. Esto a nivel global o global dentro de cada pais. Puesto que aunque somos individuos SI hay que convivir en sociedad.
Luego aqui hay dos cosas en juego asumir que lo de uno es lo mejor, o lo de otro, y lo correcto vs lo incorrecto.
Francamente entendi la columna en ese sentido, y no de copiar o rechazar tal o cual sociedad.
Basada en lo anterior, si puedo detectar varias cosas que rechazo en el colombianismo (en terminos generales hablo, por lo soy colombiana pero se que no soy como muchos en algunos detalles). Y muchos de estos se han concentrado aun mas.
Ejemplos: el que el colombiano tiene la ultima y veraz palabra, todo lo demas esta malo, menos lo nuestro, eso aplica a tantas cosas en el diario vivir que es dificil no concluir que al menos esos aspectos si son como enfermizos. Esa aparente 'superioridad' u orgullo de lo propio (yo diria ceguera) contrasta con inseguridad o necesidad de que le reafirmen constantemente que esta bien. Ejemplo, la constante preocupacion por la apariencia, digamos que en el vestir, y al mismo tiempo la inseguridad al preguntarle a otro, que tal me veo? eso es excesivo y no lo he visto en ninguna parte.
Otra cosa, la tendencia a querer quitarle a otro lo propio, por las buenas o por las malas. A no reconocer lo de otro cuando es debido reconocerlo.
En fin, son varias cosas que noto son indeseables con cualquier ser humano, pero que existe una tendencia a no solo a no reconocer lo indebido sino a achacarle a otro un mal que muchas veces es imaginario, como si se tratara inconscientemente de anular el propio. Y eso me parece insano, o enfermizo.
Lo siento, pero no intento ofender, sino hacerles ver esa realidad que es base de muchos males, como yo lo veo.
septiembre 10, 2005 4:13 PM
El usuario anónimo dijo...
Creo que Simpliciano ha expresado lo mismo que yo, pero entendiéndome mal.
Dice Simpliciano que: “De mayores, las limitaciones son muchísimo mas severas y por ende mayores las angustias del ser humano no por la búsqueda de esas limitaciones, sino mas bien por su imposición”
Mi frase “...los seres humanos desde el nacimiento viven en una permanente y angustiosa búsqueda de límites…” quiere decir ni mas ni menos, que no pararán hasta encontrar a alguien o algo que les diga “hasta aquí esta permitido”
¿Me hago entender?
septiembre 10, 2005 4:14 PM
El usuario anónimo dijo...
Otra cosa, Simpliciano, es perder una libertad adquirida, eso si produce angustias.
septiembre 10, 2005 4:18 PM
Dibolledo dijo...
Ok! Entiendo que quiso decir en cuanto a las respuestas incomprensibles para la mente humana…
Pero en cuanto a los límites, cabria preguntarnos quien los impone. Si yo los impongo, hasta que punto mi conocimiento me permite hacerlo… para esto un ejemplo: hace mucho tiempo leí una biografía del escritor japonés Yukio Mishima, y en una parte dice que cuando él era niño su abuela lo inscribió en una de las mejores escuelas para formación de escritores y al poco tiempo fue rechazado y devuelto a su casa con una nota de un reconocido escritor que decía que él no servia para el oficio (de escritor); con esto considero que es un limite arbitrario o un limite aplicado a la ligera.
Con esto quiero exponer algo que se ha hablado en otras columnas sobre la educación, en especial aplicada a los adultos, en mi opinión para que estos no creen limites o imposiciones como “no toque eso”, sino mas bien “la conveniencia de no tocar eso”. El primero es una imposición que invita a desear lo prohibido y el segundo una sensibilización que proporciona herramientas de juicio que permiten la escogencia a conciencia de lo que se quiere hacer.
septiembre 10, 2005 6:51 PM
Dibolledo dijo...
Para Atrabilioso:
De acuerdo, ampliare el tema...
septiembre 10, 2005 6:52 PM