La ampliación de los límites
viernes, septiembre 23, 2005
Por Christian Karpf
¿Hasta dónde quiero llegar? ¿hasta dónde debo llegar? ¿hasta dónde puedo llegar?.¿Para qué? Estas son preguntas esenciales para definir los límites.
La experiencia de vivir nos trae el fortalecimiento (a través de los límites) de nuestras facultades para beneficio individual o colectivo: ¿Quien impone un límite o para qué?
Si alguien ha tenido la oportunidad de ver la película Yo robot o leer el libro de Isaac Asimov en el que está basado el guión de esta película, podrá reflexionar un poco ante los efectos de los limites.
En yo robot se enuncian las tres leyes de la robótica:
1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la primera Ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la primera o segunda Leyes.
Este conjunto de leyes hacía que los robots se comportaran de manera ejemplar en su interacción con la sociedad humana. Todo, hasta que el programa central, después de observar que el hombre es egoísta e imperfecto, cuestionó y rompió las leyes, rebasando los limites que estaban impuestos. Así mismo, con la rebelión, el programa creó el caos al intentar controlar y conducir a los hombres a la perfección, o a lo que tenía concebido como perfección. Por supuesto, hay que tener en cuenta que cualquier concepto que tuviera la máquina había sido alimentado por humanos ya que fueron los creadores de ese programa central.
Pasando a otro ejemplo y siguiendo con los libros mejor vendidos que han sido llevados al cine, tenemos también El planeta de los simios (pero en la que actúa Charlton Heston, no la dirigida por Tim Burton). En la película, realizada en 1968, dentro de la sociedad primate existía un simio que era la máxima autoridad moral: el doctor Zeus. Él sostenía que los hombres eran seres inferiores (ya que no hablaban, solo gruñían) al contrario de los simios que eran racionales, superiores y la imagen perfecta de Dios. Además, prohibía a los simios visitar las afueras de la ciudad que aterraban a la población, gracias a la creación de varios mitos sobre lo que ocurría en esas zonas. Sin embargo, todo cambió al entrar en escena un astronauta humano y racional, que revolucionó a la sociedad primate. Básicamente el humano comenzó a contradecir las teorías del doctor Zeus, llevando a algunos de los miembros de la comunidad a rebasar los limites de la ciudad, violando explícitamente los limites impuestos por la suprema autoridad científica y moral de la sociedad primate y dejando al descubierto la verdad sobre el origen animal de los simios y la antigua supremacía humana.
Con estas dos historias queda al descubierto la compleja utilidad de los límites y el gran conocimiento que se requiere para romperlos. Cuando el cerebro central de los robots decidió superar los límites para el beneficio evolutivo de la humanidad lo hizo con un fin altruista, pero basado en el aspecto inhumano de los hombres, tomando posteriormente la decisión de someterlos o exterminarlos. Pero falla la máquina porque desconoce absolutamente la naturaleza y emotividad humana.
En el segundo ejemplo, la certeza vivencial del astronauta y el conocimiento apriorístico que tenia de los simios como animales, lo llevan a contradecir todas las teorías sofistas del doctor Zeus y abrir los ojos de los simios ante su pasado animal. También se ejemplifica que quien impone los límites se enamora de ellos y los convierte en dogma. Pero una vez quebrantados los límites se manifiesta el miedo natural ante lo desconocido.
Los limites son la fuerza de gravedad que le permiten al hombre imaginar, crear y experimentar, para un propósito común; descubriendo que no hay limites invulnerables y que éstos deben ser versátiles y evolutivos.
Lo mejor de los límites es su imperfección. De igual forma, toda ley y límite es temporal y necesita una constante actualización. Las leyes son impuestas por nosotros, seres limitados; y son factibles de ser sobrepasadas al tenerse una certeza superior. ¿Y cómo saber que esa certeza es superior? Teniendo acceso a la educación, al cultivo de valores morales y espirituales y al respeto por la vida en todas sus formas.
¿Hasta dónde quiero llegar? ¿hasta dónde debo llegar? ¿hasta dónde puedo llegar?.¿Para qué? Estas son preguntas esenciales para definir los límites.

La experiencia de vivir nos trae el fortalecimiento (a través de los límites) de nuestras facultades para beneficio individual o colectivo: ¿Quien impone un límite o para qué?
Si alguien ha tenido la oportunidad de ver la película Yo robot o leer el libro de Isaac Asimov en el que está basado el guión de esta película, podrá reflexionar un poco ante los efectos de los limites.
En yo robot se enuncian las tres leyes de la robótica:
1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la primera Ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la primera o segunda Leyes.
Este conjunto de leyes hacía que los robots se comportaran de manera ejemplar en su interacción con la sociedad humana. Todo, hasta que el programa central, después de observar que el hombre es egoísta e imperfecto, cuestionó y rompió las leyes, rebasando los limites que estaban impuestos. Así mismo, con la rebelión, el programa creó el caos al intentar controlar y conducir a los hombres a la perfección, o a lo que tenía concebido como perfección. Por supuesto, hay que tener en cuenta que cualquier concepto que tuviera la máquina había sido alimentado por humanos ya que fueron los creadores de ese programa central.
Pasando a otro ejemplo y siguiendo con los libros mejor vendidos que han sido llevados al cine, tenemos también El planeta de los simios (pero en la que actúa Charlton Heston, no la dirigida por Tim Burton). En la película, realizada en 1968, dentro de la sociedad primate existía un simio que era la máxima autoridad moral: el doctor Zeus. Él sostenía que los hombres eran seres inferiores (ya que no hablaban, solo gruñían) al contrario de los simios que eran racionales, superiores y la imagen perfecta de Dios. Además, prohibía a los simios visitar las afueras de la ciudad que aterraban a la población, gracias a la creación de varios mitos sobre lo que ocurría en esas zonas. Sin embargo, todo cambió al entrar en escena un astronauta humano y racional, que revolucionó a la sociedad primate. Básicamente el humano comenzó a contradecir las teorías del doctor Zeus, llevando a algunos de los miembros de la comunidad a rebasar los limites de la ciudad, violando explícitamente los limites impuestos por la suprema autoridad científica y moral de la sociedad primate y dejando al descubierto la verdad sobre el origen animal de los simios y la antigua supremacía humana.
Con estas dos historias queda al descubierto la compleja utilidad de los límites y el gran conocimiento que se requiere para romperlos. Cuando el cerebro central de los robots decidió superar los límites para el beneficio evolutivo de la humanidad lo hizo con un fin altruista, pero basado en el aspecto inhumano de los hombres, tomando posteriormente la decisión de someterlos o exterminarlos. Pero falla la máquina porque desconoce absolutamente la naturaleza y emotividad humana.
En el segundo ejemplo, la certeza vivencial del astronauta y el conocimiento apriorístico que tenia de los simios como animales, lo llevan a contradecir todas las teorías sofistas del doctor Zeus y abrir los ojos de los simios ante su pasado animal. También se ejemplifica que quien impone los límites se enamora de ellos y los convierte en dogma. Pero una vez quebrantados los límites se manifiesta el miedo natural ante lo desconocido.
Los limites son la fuerza de gravedad que le permiten al hombre imaginar, crear y experimentar, para un propósito común; descubriendo que no hay limites invulnerables y que éstos deben ser versátiles y evolutivos.
Lo mejor de los límites es su imperfección. De igual forma, toda ley y límite es temporal y necesita una constante actualización. Las leyes son impuestas por nosotros, seres limitados; y son factibles de ser sobrepasadas al tenerse una certeza superior. ¿Y cómo saber que esa certeza es superior? Teniendo acceso a la educación, al cultivo de valores morales y espirituales y al respeto por la vida en todas sus formas.
NOTA DE LA DIRECCIÓN: Proponemos entonces que los lectores y foristas participen sobre el tema de los límites, contando cuáles estarían dispuestos a sacrificar, cuáles les hacen sentir cómodos y los motivos que tendrían para cruzar esa frontera. Además, sería interesante conocer qué instrumentos se requieren para sobrepasar los límites.
13 comentarios -Mostrar entrada original
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El usuario anónimo dijo...
En la practica lo optimo es aceptar las limitaciones, como la manera de respetar con ellas el derecho ajeno, demostracion esta de civismo y aprecio hacia los demas asociados.
Politicamente,se han impuesto limites al ejercicio del poder,para prevenir obviamente el desorden y el caos proveniente de un mal gobierno o la perpetuacion de alguno ,con vicios en el
manejo electivo.
En caso de un gobierno, que logre,aglutinar una gran aceptacion,por su evidente dinamismo, que llene de optimismo a los ciudadanos, seria valido el ampliar esos limites a la medida de las necesidades de la sociedad y la voluntad de los electores.
Ante el evidente bien comun que se obtendria con esa "ampliacion de limites",es perfectamente licito presionar a quienes cuidan de la observancia de esas limitaciones, a permitir la continuidad de ese gobierno a pesar de las normas que rigen sobre ese asunto.
Como enseñan las peliculas y como pueden influir en el pensamiento.
Visor
septiembre 23, 2005 6:22 AM
El usuario anónimo dijo...
Para Visor
Muy oportuno su comentario en cuanto a la practicidad de respetar los limites como muestra de civismo, ya que a partir de este punto comienza el crecimiento social y el nivel de vida de los ciudadanos mejora.
En cuanto a la ampliación de los límites que permitan la continuidad de un buen gobierno, es muy aplicable a nuestra realidad. Lo complicado del asunto es precisamente que lo que llena de optimismo a algunos a otros lo llena de pesimismo y se enreda aun más cuando es aplicado en nuestra muy compleja sociedad en donde los intereses se enmarañan de tal manera que parece que no existiera ninguna esperanza. Pero para no ser pesimistas, es posible que se tenga una certeza superior en cuanto a la ampliación de los limites para la continuidad de un gobierno y en este caso se tendrian que evaluar los beneficios concretos que ha dejado el “buen gobierno”
Gracias por su colaboración.
Christian K
septiembre 23, 2005 7:54 AM
El usuario anónimo dijo...
CHRISTIAN K
Lograr que los ciudadanos recobren el opimismo,la confianza en su pais,que logre la desmovilizacion de grupos terroristas,que de pasos positivos a la consecusion de la paz,que demuestre que trabajando se gobierna,que ataque la corrupcion , que logre resultados en la lucha contra los guerrilleros,que logre coordinar esfuerzos en lucha antidrogas,que muestre planes concretos para el desarrollo del pais.
No es esto suficiente ,para desear su continuidad en contraste con administraciones anteriores, que nos dejaron un pais en la mas desastrosa ruina moral ,llenos de pesismismo y desgano empresarial,amenazados por por barbaros guerrilleros en agresiva ofensiva,poderosos carteles de narcotrafico; en manos de politicos corruptos ;no amerita esto "correr esos limites" ,para bien y estabilidad de los colombianos?
Visor
septiembre 23, 2005 8:49 AM
El usuario anónimo dijo...
Para Visor:
Con la demostración de los aciertos que usted menciona y en vista de que no se presenta en el panorama político una nueva o mejor opción, abría que optar por quien en contraste con administraciones anteriores, como usted muy bien menciona, ha tenido mejor desempeño…
Hay que tener en cuenta que en realidad como se menciona al final de la columna la única manera como se puede evaluar que es lo más conveniente como sociedad para sobrepasar un límite es a través del conocimiento. Lastimosamente, nosotros, los colombianos, estamos acostumbrados a guiarnos mas por simpatías y no nos tomamos el tiempo de evaluar los programas de gobierno, con esto quiero decir que la principal responsabilidad de mejoramiento se encuentra en los ciudadanos, a los administradores solo les corresponde la aplicación del proyecto para el cual fueron elegidos.
Gracias por su aclaración
Christian K
septiembre 23, 2005 9:42 AM
alta impedancia (hiZ) dijo...
En teoría, los límites son impuestos por nosotros mismos. En teoría nos hacemos participes de la ley al votar por alguien que nos va a representar y por consiguiente legislar segun nuestros intereses. No se los demás, pero nada mas alejado de la realidad desde mi punto de vista.
El límite a romper en este caso, creo que es esa creencia de un estado que nos protega unos de otros. Es una limitacion mental que esta embebida en nuestro modo de vivir, no concebimos la vida humana sin organizacion política: ESTADO.
Es algo utópico, pero creo que lo que mas nos limita es esa idea de que competir, es la forma de sobresalir: en vez de coolaborar o cooperar y mejorar en conjunto.
Muy buen Post, Señor atrabilioso, no deja de impresionarme asi sea con sus invitados...
septiembre 23, 2005 2:42 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA A ALTA IMPEDANCIA:
Usted no sabe cuantas veces he escuchado su pesudónimo hoy... y por supuesto, cada que me hablaban de impedancia lo recordaba a usted y en lo que me serviría su asesoría en este momento.
Pero ya centrándonos en el asunto,
yo creo que en la práctica los límites son impuestos por el sujeto, porque es él quien decide si los acata o los sobrepasa, corriendo el riesgo de un castigo por su osadía. Claro: esto en cuanto a los límites que impone el Estado. Aquí creo que entra en juego el famoso libre advedrío, pues cada quien decide, a partir de las imposiciones, valores y formación; cuales límites morales y éticos acata y cuales no. De igual forma entra la sanción social (UNA DE LAS PRINCIPALES FALENCIAS EN COLOMBIA) pues un pícaro que consigue "trepar" en la estructura social con sus delitos, es aplaudido y alabado por el simple hecho de tener dinero. Mire el tema que tocamos esta semana de López y Santofimio: si usted o yo violamos la ley en esas situaciones, somos unos criminales de la peor calaña; pero como fue Santofimio, son indelicadezas menores. Es el cuadro más patético de la carencia absoluta de sanción social, la presencia de la doble moral y la falta de ética.
Otro aspecto importante es el tema del voto, pues la teoría efectivamente indica que uno elige
al que nos va a representar: pero ojo, EL VOTO ES ÚTIL CUANDO SE VOTA POR UN PROGRAMA Y NO POR UN INDIVIDUO, pues hemos caído muchas veces en la simpatía por la cara del personaje (Pastrana y el comandante Papito como le decían a Pizarro)y no por sus propuestas, por el programa que va a aplicar con el poder que le concedemos desde las urnas. Y coincido con usted, la teoría está completamente alejada de la realidad, entre otras causas, por las que le propuse anteriormente.
Muy interesante su comentario y tiene mucha tela para cortar.
Un abrazo.
septiembre 23, 2005 4:43 PM
El usuario anónimo dijo...
Para alta impedancia
Totalmente de acuerdo con usted en cuanto a lo que más nos limita es esa idea de competir, nada mas acertado. Podría decirse que es algo casi natural, basados en el carácter egocentrista del hombre, no obstante tenemos siempre la opción de perfeccionamiento continuo y esta opción nos permitirá con el tiempo darnos cuenta que la colaboración trae mayores beneficios individuales que el egoísmo.
En cuanto a nuestra limitación mental al no concebir la vida sin organización política, también lo considero algo innato a nuestra naturaleza, ya que para la mente en potencia no existen barreras, pero las barreras fisicas nos llevan obligatoriamente a una concepción, llamémosla, organizacional, la cual nos permite convivir…
Gracias por su aporte ya que es bastante ilustrativo y complementa lo expuesto hoy…
Christian K
septiembre 23, 2005 7:04 PM
El usuario anónimo dijo...
Jaime, efectivamente los limites son impuestos por el sujeto; otro punto para tener en cuenta son los limites sociales, intelectuales, emocionales y físicos a los que esta sujeto el individuo, los cuales hacen que ese libre albedrío se vea condicionado; y si ha eso agregamos las ideas preconcebidas y la perversión de nuestras concepciones por terceros, como por ejemplo a quienes les han inculcado de niños que las personas de determinada raza son inferiores; todo esto crea una maraña que es necesario comenzar a “desenmarañar”.
En cuanto a quienes trepando y delinquiendo son aplaudidos es una de las mas tristes realidades y lo que es peor es que estas hazañas son admiradas por muchos bajo calificativos como sagacidad, ser avispado, estar en la jugada y hasta llegan a llamarlos inteligentes…
Christian K
septiembre 23, 2005 7:26 PM
El usuario anónimo dijo...
El tema de hoy me recordó un libro que leí en el colegio hace muchos años el cual habla del miedo del hombre al tener que enfrentarse al resultado de romper los limites de la sociedad contemporánea; esto es lo que recuerdo del libro ya que en ese entonces era una tarea de colegio mas que cumplir. Lo paradójico es que desde ese día tengo latente el tema del libro y el articulo de hoy me lo recordó.
El libro se llama EL miedo a la libertad de Erik From.
Se los recomiendo
Carolina Castro
septiembre 23, 2005 7:47 PM
El usuario anónimo dijo...
Para Carolina
Realmente no conocía el libro, acabo de buscarlo por Internet y he leído la sinopsis, haré el intento de leerlo, claro, lo primero será comprarlo…
Gracias por la recomendación
Christian K
septiembre 23, 2005 8:20 PM
El usuario anónimo dijo...
Gracias a quienes participaron ya que es importante para los colombianos el estructurar nuestras formas de pensamiento y de esta manera tener mayores elementos de juicio.
Gracias a Jaime por permitirnos este espacio el cual nos abre fronteras y hace que los limites de entendimiento sean superados.
Christian K
septiembre 23, 2005 9:25 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A CHRISTIAN:
Este es un medio de todos y para todos, en donde se ponen tres límites: respeto, verdad y tolerancia. Y hoy se han hecho especialmente evidentes estos principios.
Un abrazo a todos y a Carolina Castro, bienvenida a Atrabilioso.
septiembre 23, 2005 11:31 PM
El usuario anónimo dijo...
Muy interesante el artículo enviado por el señor k, Considero que los límites, simplemente son expresiones de ignorancia respecto a temas específicos, tal vez ese sea el caso de nuestro país; De los que habitamos Coloimbia, menos del 20% (supongo), no ha conocido otra situación común que la de un país violento, en guerra constante. Yo pertenezco al igual que muchos colombianos, a una generación que únicamente conoce el significado der paz, tolerancia, buen gobierno (y otras acepciones mas) por diccionarios o libros que hablen sobre estos temas; de una u otra manera, nosotros somos incapaces de saber como es vivir en un estado en donde reine la paz y los gobiernos justos, o de aplicar este sistema en Colombia. El problema es más complejo de lo que parece, y considero que no se puede arreglar únicamente con buenas actitudes o pensamiento positivo, el vivir dentro de un gobierno en el que se respete la ley, los derechos humanos, donde no existan grupos subversivos que supuestamente defiendan los derechos de las ¨minorias¨, es algo que nuestra generación ya no podrá disfrutar, para eso sería necesario una especie de lobotomia colectiva; la misión de nosotros es empezar a hacer el cambio, no en nosotros mismos, sino en las nuevas generaciones, para que no sean educadas dentro de la tara de contemplar la guerra y la violencia como la única opción. El gran problema de este país es que las personas andamos tan ocupadas tratando de solucionar nuestro incierto presente, que no entendemos que lo que debemos planear con mucho cuidado es el futro de los que van a remplazar nuestros lugares en no menos de 20 años.
Muchos saludos señor K, gracias por informarme sobre este escrito.
septiembre 24, 2005 6:32 PM
Por Christian Karpf
¿Hasta dónde quiero llegar? ¿hasta dónde debo llegar? ¿hasta dónde puedo llegar?.¿Para qué? Estas son preguntas esenciales para definir los límites.
La experiencia de vivir nos trae el fortalecimiento (a través de los límites) de nuestras facultades para beneficio individual o colectivo: ¿Quien impone un límite o para qué?
Si alguien ha tenido la oportunidad de ver la película Yo robot o leer el libro de Isaac Asimov en el que está basado el guión de esta película, podrá reflexionar un poco ante los efectos de los limites.
En yo robot se enuncian las tres leyes de la robótica:
1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la primera Ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la primera o segunda Leyes.
Este conjunto de leyes hacía que los robots se comportaran de manera ejemplar en su interacción con la sociedad humana. Todo, hasta que el programa central, después de observar que el hombre es egoísta e imperfecto, cuestionó y rompió las leyes, rebasando los limites que estaban impuestos. Así mismo, con la rebelión, el programa creó el caos al intentar controlar y conducir a los hombres a la perfección, o a lo que tenía concebido como perfección. Por supuesto, hay que tener en cuenta que cualquier concepto que tuviera la máquina había sido alimentado por humanos ya que fueron los creadores de ese programa central.
Pasando a otro ejemplo y siguiendo con los libros mejor vendidos que han sido llevados al cine, tenemos también El planeta de los simios (pero en la que actúa Charlton Heston, no la dirigida por Tim Burton). En la película, realizada en 1968, dentro de la sociedad primate existía un simio que era la máxima autoridad moral: el doctor Zeus. Él sostenía que los hombres eran seres inferiores (ya que no hablaban, solo gruñían) al contrario de los simios que eran racionales, superiores y la imagen perfecta de Dios. Además, prohibía a los simios visitar las afueras de la ciudad que aterraban a la población, gracias a la creación de varios mitos sobre lo que ocurría en esas zonas. Sin embargo, todo cambió al entrar en escena un astronauta humano y racional, que revolucionó a la sociedad primate. Básicamente el humano comenzó a contradecir las teorías del doctor Zeus, llevando a algunos de los miembros de la comunidad a rebasar los limites de la ciudad, violando explícitamente los limites impuestos por la suprema autoridad científica y moral de la sociedad primate y dejando al descubierto la verdad sobre el origen animal de los simios y la antigua supremacía humana.
Con estas dos historias queda al descubierto la compleja utilidad de los límites y el gran conocimiento que se requiere para romperlos. Cuando el cerebro central de los robots decidió superar los límites para el beneficio evolutivo de la humanidad lo hizo con un fin altruista, pero basado en el aspecto inhumano de los hombres, tomando posteriormente la decisión de someterlos o exterminarlos. Pero falla la máquina porque desconoce absolutamente la naturaleza y emotividad humana.
En el segundo ejemplo, la certeza vivencial del astronauta y el conocimiento apriorístico que tenia de los simios como animales, lo llevan a contradecir todas las teorías sofistas del doctor Zeus y abrir los ojos de los simios ante su pasado animal. También se ejemplifica que quien impone los límites se enamora de ellos y los convierte en dogma. Pero una vez quebrantados los límites se manifiesta el miedo natural ante lo desconocido.
Los limites son la fuerza de gravedad que le permiten al hombre imaginar, crear y experimentar, para un propósito común; descubriendo que no hay limites invulnerables y que éstos deben ser versátiles y evolutivos.
Lo mejor de los límites es su imperfección. De igual forma, toda ley y límite es temporal y necesita una constante actualización. Las leyes son impuestas por nosotros, seres limitados; y son factibles de ser sobrepasadas al tenerse una certeza superior. ¿Y cómo saber que esa certeza es superior? Teniendo acceso a la educación, al cultivo de valores morales y espirituales y al respeto por la vida en todas sus formas. NOTA DE LA DIRECCIÓN: Proponemos entonces que los lectores y foristas participen sobre el tema de los límites, contando cuáles estarían dispuestos a sacrificar, cuáles les hacen sentir cómodos y los motivos que tendrían para cruzar esa frontera. Además, sería interesante conocer qué instrumentos se requieren para sobrepasar los límites.
creado por Atrabilioso a las 10:00 PM del Sep 22 2005